lunes, 19 de octubre de 2015

ESCRIBIENDO PORQUE SÍ: HIJOS DE SATURNO



 Cartel diseñado por Eugeni Guillem

Algo que intento no dejar nunca de hacer es escribir guiones de cine sin que medie un contrato de por medio. Se trata de escribir porque sí, porque te apetece, sin pensar en ganarse la vida, ni en contentar a gente con cuyo criterio no tienes porque estar necesariamente de acuerdo, escribiendo lo que quieres como quieres.


Si luego esos guiones se venden, mucho mejor. Escribo guiones para que se conviertan en películas, no para guardarlos en una carpeta de mi ordenador. Pero el origen de esos trabajos “on spec” no es nunca pensar en lo que buscan los productores (cosa que de todas maneras nunca he tenido muy clara). 


Y de un par de años a esta parte, algo que también he intentado hacer es coescribir con gente con la que pienso que me puedo entender bien aunque no nos conozcamos demasiado. 


Siempre me ha dado una envidia tremenda Dave Grohl, el cantante y guitarrista de los Foo Fighters, que cada dos por tres comparte escenario con otros músicos, incluso de géneros que no tienen nada que ver con el hard rock que practica su banda. Lo malo es que no es lo mismo ensayar una canción de cinco minutos que escribir un guión de 100 páginas. Lo primero te puede llevar un par de días como mucho, mientras que a lo segundo puedes acabar dedicándole entre seis meses y un año. Pero vaya, que la idea es la misma, compartir “escenario” con otra gente y ver qué pasa.

El experimento a veces sale bien, y otras no, pero siempre resulta interesante (aunque sea solo porque aprendes cosas que luego puedes aplicar a otros trabajos).  


Pero hoy os quiero hablar de una de las veces en las que ha salido bien.


Hace unos cuantos meses, estaba revisando la carpeta de proyectos abandonados que tengo en mi ordenador y encontré un guión de cortometraje que me gusta mucho pero que nunca llegué a rodar. Así que se me ocurrió ofrecerlo en Twitter al primer director que me convenciera de que podía hacer un buen trabajo dirigiéndolo.


Entre quienes me escribieron se encontraba Eugeni Guillem,un director catalán que entre otras cosas ha codirigido la película de la ESCAC “Los inocentes”. Vi uno de sus cortos y en seguida lo tuve claro. Él era el director ideal para mi guión.


Además, se me ocurrió que el corto que me había gustado podría ser la base de un buen guión de largometraje que él podría llegar a dirigir. Así que se lo conté a Eugeni, le pareció bien la idea, y escribí rápidamente una especie de borrador de escaleta para que viera cómo imaginaba yo la película que podíamos llegar a escribir. Le gustó y nos pusimos a trabajar.

 Fotos de Cels Sans del corto de Eugeni que sirvió de inspiración
 para "Hijos de Saturno".
Poco a poco, aprovechando los huecos que me dejan los trabajos con los que pago el alquiler, fuimos avanzando. Y muy pronto tuvimos una escaleta que nos pareció lo bastante sólida como para ponernos a dialogar el guión, que en aquel momento se llamaba “El castillo”.


Una cosa interesante es que durante todo este tiempo Eugeni  y yo no hablamos ni una sola vez por teléfono. Nos comunicábamos por mail, intercambiando documentos con notas, y ya está. Pero para mí eso también era algo importante de este “experimento”: demostrar que para escribir a gusto con alguien no se trata de ser amigos, sino de compartir sensibilidades, de entenderse creativamente (lo que no impide que mientras, o después, pueda surgir una amistad). Como desde el principio me di cuenta de que Eugeni y yo no solo compartíamos los mismos referentes, sino que teníamos una forma muy similar de ver las historias, no hacía falta nada más para que pudiéramos trabajar juntos (también a veces pasa lo contrario, empiezas a escribir con alguien que te cae muy bien y al poco te das cuenta de que creativamente no hay compatibilidad).


 Dos ilustraciones de Ricard Efa para la 
presentación de Sitges

Más o menos cuando llevábamos escrito medio guión, a Eugeni se le ocurrió que podríamos presentar el proyecto al  Sitges Pitchbox que organiza Filmarket Hub en el Festival de cine de Sitges. Yo le dije que sí, que me parecía que podía ser interesante, pero claro, solo faltaba un mes y medio para la fecha de cierre de la convocatoria y todavía teníamos por delante casi 50 páginas de guión. Pero apretamos el acelerador y, aunque por los pelos, conseguimos entregarlo a tiempo.


Durante esas últimas semanas el guión cambió más que nunca. Por ejemplo pasó de llamarse “El castillo” a “Hijos de Saturno” cuando “el castillo” al que hacía referencia el primer título desapareció de la historia. Además, surgieron muchas escenas que no existían antes y que ahora están entre nuestras preferidas del guión (como una cacería de perros que me encantaría ver rodada).


Durante esos días intercambiamos algún WhatsApp para  resolver más rápidamente algunos temas urgentes, pero seguimos sin hablar por teléfono.

 Logline del proyecto

Y por fin, supimos el resultado del Filmarket Hub.


NO habíamos sido seleccionados.


Pero como el jurado decidió concedernos una mención especial, y gracias a ella podríamos acudir al pitch como invitados y tendríamos la oportunidad de hablar de nuestro proyecto con los productores que asistieran, nos dimos por satisfechos.


Entonces, vino el giro inesperado.


Uno de los siete proyectos se cayó y, como nosotros éramos los octavos, entramos.


Así que el viernes pasado, Eugeni pudo hacer el pitch de “Hijos de Saturno” en Sitges y comentar el guión con varios productores. Yo no pude estar, pero estoy seguro de que Eugeni lo hizo muy bien. Se preparó mucho y bien el pitching y tenía muy claro lo que tenía que contar.

 Todos los proyectos del Sitges Pitchbox

Eugeni "pitcheando". Foto tomada del Facebook 
del Sitges Pitchbox.

No sabemos si estos primeros contactos nos llevarán a acabar firmando un contrato y a que Eugeni dirija su primera película en solitario, pero por el momento la experiencia no puede haber sido más positiva. Nos hemos entendido muy bien y queremos seguir trabajando juntos, hemos escrito un guión del que nos sentimos orgullosos, y encima hemos conseguido que tenga cierta repercusión, que se sepa que existe. No se puede pedir más a un proyecto que nació sin ningún tipo de expectativas, sin pensar en si era producible o comercial, que fue creado solo por el placer de escribir, de contar.


Y ah, esta mañana, justo antes de ponerme a escribir esta entrada, he hablado por fin por teléfono con Eugeni. 


De momento, vamos a reescribir “Hijos de Saturno” para mejorar algunas escenas que sabemos que podrían funcionar mejor (y de paso le quitaremos unas cuantas páginas, porque está algo “fofo”) y también vamos a pensar en cuál podría ser nuestro segundo proyecto como coguionistas.


Pero sobre todo, queremos seguir disfrutando inventando historias. 


Escribiendo porque sí.

domingo, 11 de octubre de 2015

Hijos de Saturno

"Hijos de Saturno", el guión de largometraje que he coescrito con Eugeni Guillem, estará en el Sitges Pitchbox que se celebrará el viernes 16 de octubre. Se han seleccionado siete proyectos de un total de ciento sesenta y tantos. Yo no podré estar, así que será Eugeni quien se encargue de hacer el pitch.