martes, 4 de noviembre de 2014

Una entrevista muy interesante con Stephen King



¿Cree que su imaginación es más activa que la de la mayor parte de la gente?
No lo sé. Está más entrenada. Imaginar cosas resulta doloroso. Puede darte dolor de cabeza. Probablemente no duele físicamente, pero duele mentalmente. Pero cuanto más puedes hacerlo, más capaz eres de sacar más de ello. Todo el mundo tiene esa capacidad, pero no creo que todo el mundo la desarrolle. 

De esta estupenda entrevista con Stephen King en la revista Rolling Stone.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Gonzalo Goicoechea



Merece la pena descargarse (de manera gratuita y legal, aquí) el Cuaderno TECMERIN “La noche inmensa. La palabra de Gonzalo Goicoechea”. Goicoechea fue guionista de muchas películas de Eloy de la Iglesia y el grueso del libro está compuesto de varias entrevistas grabadas poco antes de su muerte, que a mí me parecen imprescindibles no solo para entender cómo fue su carrera y la de de La Iglesia, sino el cine de la época. Además, Goicoechea tiene mucha mala leche y es muy divertido. 
Por ejemplo, cuando se le comenta que en sus películas los objetivos de los personajes están siempre muy claros, Goicoechea contesta: “Claro, es que si no, no hay conflicto. Lo que pasa es que es verdad que eso es más americano que, no sé si europeo o español, pero a mí me irritaban las películas españolas tan de la época en las que no pasaba absolutamente nada. Nada más que la apatía más absoluta. Y era por lo que tú dices: “¿qué coño quieren estos personajes?”. Eso supongo que lo aprendí de Eloy, que lo tenía clarísimo, y nos preguntábamos el uno al otro: “¿pero aquí qué quiere el personaje?”.

viernes, 29 de agosto de 2014

Sobre todo piensa en los personajes



“(…) Creo que el mayor desafío es no pensar demasiado en ello [la lectura alegórica de la historia]. Creo que si te esfuerzas en mandar un mensaje te interpones en el recorrido de tus personajes. Está claro que es alegórica, está claro que habla sobre la naturaleza humana, que es algo en lo que siempre estoy interesada, y que habla sobre nuestra sociedad. Pero una vez estableces eso, una vez te das cuenta de que eso es lo que es, creo que lo mejor que puedes hacer es olvidarlo. La narración va a ser mejor si es orgánica y si surge de los personajes. Ciertamente Curtis representa algo en nuestra sociedad, pero no lo escribas como una representación. Escríbelo como una persona real que un día se alza en la parte trasera del tren y decide apoderarse de la máquina. Y luego haz que su historia trate del viaje y no sobre los ricos y los pobres. Deja que todo lo demás surja solo, y probablemente lo hará (…)”.

 La coguionista de "Snowpiercer", Kelly Masterson, en esta entrevista.


lunes, 21 de abril de 2014

Lo básico es lo más importante



“Si hay algo que hago siempre cuando escribo, pese a que en cierta manera reinvento mi método cada vez, es volver casi de forma invariable a “La Poética” de Aristóteles. Y lo hago cuando estoy escribiendo, cuando estoy dirigiendo, y cuando estoy interpretando. La idea central que creo que es tan valiosa en ese ensayo, cuando analiza “Edipo Rey” e intenta descubrir qué es una obra de teatro, en qué consiste, es la noción de la acción dramática. Lo que yo interpreto que significa es que ningún personaje puede salir al escenario sin querer algo –desesperadamente, queriendo algo de verdad de forma intensa. Y si todo el mundo quiere algo, aunque sea el repartidor, entonces automáticamente estarán en conflicto (…). Siempre puedo ver, creo, cuando el conflicto está urdido falsamente en un drama para la televisión escrito rápidamente (…) porque parece que el guionista ha sufrido para encontrar formas en las que los personajes puedan no estar de acuerdo (…) Consigues el conflicto si la gente de verdad quiere algo, y lo quiere tan apasionadamente que creen que se merecen tener lo que quieren (…)”. 



“El hecho es, creo, que cada vez que tengas a dos seres humanos, van a querer algo ligeramente diferente de lo que quiere el otro, y el conflicto surgirá de forma automática. Así que no tienes que perseguir el conflicto. Lo que tienes que perseguir es lo que quieren. (…) Y cuando quieren algo, la gente no puede dejar de mirarles La gente se siente atraída por ello, porque queremos lo que ellos quieren. Queremos ver si pueden conseguirlo, aunque quieran algo malvado. Queremos ver si se pueden salir con la suya. Tenemos la oportunidad de hacernos ricos de forma vicaria a expensas de otros, de tener sexo con una mujer hermosa aunque esté casada, o de lo que sea que vaya la historia”.

“(…) Y que yo quiera lo que quiero, y que tú quieras lo que quieras, y por tanto intentes impedirme conseguir lo que quiero para poder conseguir lo que quieres tú, es el protagonista y el antagonista de “La Poética”. Y creo que consigues buena escritura si buscas eso, y buena interpretación y buena dirección. Y si el guionista no le ha dado al personaje un fuerte “querer” algo que se esfuerza para conseguir, el actor está perdido (…)”.

“(..) Hay muchas otras cosas en las que tienen que pensar los principiantes. Pero algo de lo que creo que no he oído hablar a nadie más, y es algo que he notado en la mayor parte de las películas de principiantes que he visto, es que casi siempre hay un momento en la película que resulta crucial para entender de qué va. Y muy a menudo, ese momento no está claro. El cineasta sabe lo que significa, y el público no. Y si le dices al cineasta: “Sabes, este momento no funciona, ¿por qué no lo cortas?”, el cineasta se tirará de los pelos y dirá: “¿Qué quieres decir? ¡Eso es la película! Es cuando él decide entregarle los secretos a los Nazis…”. Y tú dices: “Pero no está ahí. No lo has mostrado”. Él dice, “pero eso es lo que está pensando”. Así que yo digo: “Entonces hazle hacer algo que me permita saber que él lo está pensando, porque tal y como está no puedo decirlo”.

"Es asombroso lo difícil que es, especialmente en los momentos cruciales, dejar claro lo que está ocurriendo. Creo que tienes que poder decirte a ti mismo: “¿Por qué está este plano aquí? ¿Qué creo que está ocurriendo en este plano? ¿Está realmente pasando?”. Y necesitas poder encajarlo cuando alguien te dice: “Eso no es lo que veo que está pasando”. Necesitas volver y rodarlo de nuevo, y hacer que ocurra”.  

Alan Alda, de esta estupenda entrevista.

martes, 18 de marzo de 2014

Una entrevista

Con motivo de la edición en Francia de la segunda entrega de La terre des vampires, me han entrevistado en el blog de Humanoïdes Associés. Aquí.


domingo, 2 de marzo de 2014

De crisálida nada

"(...) El guionista es un cineasta. (...) Esa idea de Jean-Claude Carrière que siempre habla de que el guión es la crisálida y de que la mariposa es la película ya hecha es una idea nefasta. Mira guapo, ni orugas, ni cosas repugnantes con gusanos; el guión es el guión y aquí vamos a llamar las cosas por su nombre. Gonzalo Suárez lo explicaba maravillosamente. Cogía un lápiz con una mano y un folio con la otra y los ponía uno frente al otro y decía: "Recordad que el papel es la pantalla y el lápiz es una cámara". Y es exactamente así, es eso, porque de alguna forma, cuando escribes con ese lápiz, lo que haces es describir imágenes que ves en ese folio puesto de forma horizontal como si fuera una pantalla. O sea, que estás como retransmitiendo algo que ya tiene un formato de tamaño, de ritmo, de elipsis, dentro de una pantalla imaginaria que tienes tú en la cabeza. Escribes con planos, con una cámara. Retransmites una cosa que estás viendo en tu cabeza. (...)".

La guionista Lola Salvador, en el libro "Modos de mostrar. Encuentros con Lola Salvador" de Susana Díaz, en la colección Cuadernos Tecmerin. Podéis descargarlo de forma gratuita (y legal) aquí.

sábado, 1 de marzo de 2014

¡Tuthor!


Un regalo de Diana Rojo, una de mis tutorizadas en el proyecto de desarrollo de guiones "DAMA Ayuda". Lo gracioso es que yo con veintitantos años llevaba a veces el pelo más o menos así.

jueves, 13 de febrero de 2014

No sabemos una mierda


“A mediados de los noventa, eran las bandas y un pequeño grupo de fans quienes decidían cómo eran las cosas. Ahora es el cliente quien dirige las cosas, así que la música irá allí donde el cliente demande. No tendremos otro punk, u otro acid house, u otro Britpop. Eso es un hecho. Porque el cliente quiere lo que quiere, y el cliente no sabe una mierda. Si le hubieras preguntado a los clientes en mitad de la época del rock progresivo: «¿Qué es lo próximo que queréis?» , no iban a decir: «Quiero a Johnny Rotten», ¿a qué no?”.

Noel Gallagher, citado en el número del mes pasado de la revista Classic Rock.