Tengo muchos amigos guionistas convencidos de que a los actores a neuróticos no les gana nadie. Pero eso es porque probablemente no conocen a ningún dibujante de cómic…
¿Hay otra profesión creativa que cuente con tantas deserciones y abandonos precisamente cuando al dibujante en cuestión parece que le van mejor las cosas? ¿Quizá ocurre porque pasar doce horas al día sólo frente al tablero de dibujo es mucho más duro de lo que cualquiera puede llegar a imaginarse cuando decide dedicarse al cómic? Pues puede ser, especialmente si la recompensa económica es tan pequeña como suele ser habitual (aunque también abandonan los dibujantes de DC y MARVEL...).
Claro que, no hace falta triunfar para dejarse vencer por las inseguridades, el miedo a no estar a la altura de lo que esperamos de nosotros mismos pero casi nunca llegamos a dar, etc. (¡yo mismo soy un dibujante frustrado!).
En fin, todo esto viene a cuento porque ésta página pertenece a otro proyecto de cómic con guión mío que se ha quedado (espero que de momento) aparcado, a la espera de que, en este caso LA dibujante, decida retomarlo.
Ah, se trata de un álbum recopilando varias historias cortas que cuentan reencuentros entre amigos que llevan tiempo sin verse.
