El lápiz de una ilustración promocional.
Y una sinopsis:
Houdini es el único hijo de un empresario multimillonario, un niño bien, malcriado y caprichoso, acostumbrado a hacer siempre lo que le apetece.
Pero, a pesar de todo el dinero que tiene… se aburre. Y, para divertirse, se dedica a robar las pocas cosas que no puede comprar con su dinero.
En la primera miniserie de dos números, su objetivo es hacerse con la maqueta de un tren que se encuentra expuesta en el museo de la ciudad. Construida por el mítico inventor con cuyo nombre fue bautizada la gigantesca metrópoli donde transcurre la historia, la maqueta está en el punto de mira de Houdini desde que se encaprichó de ella siendo aún niño.
Al mismo tiempo, su padre, que es también el alcalde, se las arregla para que sea destinada allí una detective conocida por sus éxitos anteriores persiguiendo a otros ladrones de guante blanco.
Todo se complica cuando, tras robarla, Houdini descubre que dentro de la maqueta se oculta un página del diario del inventor, en la que éste habla de un plan para destruir la ciudad que va a ponerse en marcha muy pronto.
Por si eso fuera poco, nuestro protagonista se ha enamorado de la comisario y acaba cortejándola durante el día y escapando de ella por la noche.
