domingo, 5 de febrero de 2006
Varados
En este caso, por una vez el que abandoné fui yo y no la dibujante, Carla Berrocal.
Tuve varias razones para no seguir adelante con Varados: la historia que escribí no me acababa de convencer, especialmente su segunda mitad, y no sabía cómo hacer para que funcionara mejor; luego, coincidió con la deserción de varios dibujantes que estaban ilustrando otros guiones míos, y, a pesar de que no tenía manera de saber si Carla me iba a dejar también colgado (la verdad es que todo indicaba que no lo iba a hacer), me desanimé y decidí dejar de escribir comics totalmente (aunque hace pocos meses he vuelto a "recaer"....); y, por último, aunque al principio pensé que era una buena idea, según me iba enviando páginas, el estilo de Carla, tan suelto, casi abocetado, no me pareció el más adecuado para ilustrar una historia ambientada en los años 60, en la que quería reducir los textos de apoyo al mínimo y conseguir que se “notara” la época simplemente mirando los dibujos.
Y, como aún sigo sin saber cómo reescribir la segunda parte del cómic, el guión ha pasado a la carpeta de mi ordenador llamada "Cementerio", esperando que un arranque de inspiración le haga resucitar algún día.