Os pego un texto que lleva circulando varios días entre varios amigos guionistas (supongo que entenderéis que omita el nombre del autor... y no, no soy yo):
Yo creo que todos sabemos la equivalencia guionista-prostituta. Pero hay algo que yo creo que las putas no tienen que sufrir y es la exigencia de imposibles que van más allá de la voluntad del profesional. La secuencia si las putas fueran tan desgraciadas como los guionistas sería está:
CLIENTE
Y ahora quiero que me la chupes.
PUTA
Sólo con condón.
CLIENTE
De eso nada, yo pago y exijo.
PUTA
Bueno, está bien.
CLIENTE
Pero trágatela entera.
PUTA
Sighs señorhg.
CLIENTE
Y ahora quiero sodomizarte.
PUTA
Pues sí que se cansa rápido.
CLIENTE
No, pero síguemela chupando.
PUTA
¿Qué?
CLIENTE
Sí, que me la chupes mientras te sodomizo.
PUTA
Pero es que no se puede.
CLIENTE
¿Cómo que no se puede?
PUTA
No, porque son dos orificios y usted sólo tiene una...
CLIENTE
Vístete y lárgate de aquí.
PUTA
¿Pero por qué?
CLIENTE
Porque no entiendes lo que te pido.
PUTA
Que no se puede.
CLIENTE
No se puede, no se puede… Venga, largo de aquí.
PUTA
Algo me pagará.
CLIENTE
Claro. Llámame dentro de un mes y medio.