"(...) Hay que aceptar que acabamos. A mí me han dado la vida, quien fuera, y he procurado hacer lo que debemos hacer todos, vivir. Pero vivir siendo quienes somos, solo así alcanzaremos el máximo nivel. Para mí, el desarrollo de un país no es que se ponga a la altura de Estados Unidos. Es que desarrolle sus posibilidades al máximo. Yo fui una semilla, y he tratado de ser yo al máximo. No sé si mi obra es buena o mala, lo que digo es que la hice lo mejor que pude. Como neurona, he tratado de incorporar la mía a los demás, porque somos todos juntos y un hombre solo no es nada".
El escritor José Luis Sampedro, aquí.
"(...) Ahora bien, el objetivo final de este mundo propio y mínimo y sin peso que todo artista o artesano levanta, su destino final no es, por otra parte, sino regresar al mundo, regresar por la puerta grande y reintegrarse en él, que es lo que se dice tener éxito, tener eco. Que no es eso tan tonto de ser admirado sino simple, sencilla y humildemente eso mismo, regresar al mundo y reintegrarse en él. No recibir parabienes o ser alabado o ser absuelto de la soledad y las miles de horas de trabajo, sino ver que lo que uno ha hecho pasa a formar parte del mundo, una parte siempre nimia o pequeña pero efectiva, real. Ser partícipe.(...)".
El historietista Santiago Valenzuela, aquí.