miércoles, 8 de junio de 2011

X-Men

Querido sr. Shaw, 

He visto la película coprotagonizada por Vd. en el papel de villano y me he atrevido a enviarle este mensaje con la intención de hacerle un par de sugerencias que espero le sean de utilidad en el futuro. Sí, ya sé lo que le ocurre al final de la película. Pero llevo muchos años leyendo cómics de la Marvel y sé que todos los supervillanos acaban volviendo. Por eso, estoy convencido de que Vd. tampoco será una excepción y que tarde o temprano mis sugerencias le serán de utilidad.

De lo que quiero hablarle es de su maquiavélico plan para dominar el mundo.  Me temo que quizá porque se encontraba muy ocupado conspirando, no tuvo tiempo para reflexionar todo lo que debiera sobre él.

Porque, si se produce un apocalipsis nuclear…

…¿quién le va a fabricar a Vd. todas esas cosas que tanto le gustan? Esos trajes, esos licores, esa decoración… ¡ese submarino! Por no tener, no va a tener ni peluquero. 

Además, aunque le gustara vivir en un mundo habitado únicamente por miles de mutantes… ¿no se ha dado cuenta de que ni siquiera eso llegaría a ocurrir? ¿Cuántos mutantes hay capaces de resistir la radiación? ¿Diez? ¿cinco? ¿uno (o sea, usted)? 

No sé si conoce a un personaje de D.C. comics llamado Kamandi. Pues ese sería su futuro, vagar en taparrabos por un mundo devastado. Y ni siquiera habría animales inteligentes para hacerle compañía.



 No es lo mismo.

Para evitar que vuelva a embarcarse en un plan así de descabellado, me permito hacerle una recomendación: cambie de guionista.

Quizá no se ha dado cuenta, pero el coargumentista de su película es Bryan Singer, el mismo que convirtió a Lex Luthor en “el Pocero” de Metrópolis.

En todo caso, aún aceptando como válido su plan, con sus poderes y los de su siervo Azazel, ¿no habría sido más fácil teletransportarse a Nueva York y Moscú y provocar dos explosiones nucleares casi simultáneas en vez de montar todo ese tifostio?

Vale que es un plan muy parecido al del Dr. Manhattan en “Watchmen”, pero le aseguro que funciona.

Esperando haberle ayudado, se despide su fiel servidor.

David (con la colaboración de Pablo, Carlos y Óscar).