“Ocurre lo mismo con la gramática de cualquier medio: uno debería pensar (o leer) sobre ella solo si algo no está funcionando adecuadamente, o si es necesario corregir los errores de otra persona. La mejor defensa que puedo ofrecer de la teoría y del enorme número de libros que hay sobre cine es que pueden ser valiosos cuando te metes en problemas, cuando no ves inmediatamente lo que está mal, o cuando necesitas pasar de un proceso de pensamiento instintivo a uno más analítico. Recuerda: la teoría normalmente no te ayudará a hacer un trabajo que sea bueno, aunque puede que te sea de ayuda para identificar tus errores, y puede ser útil para llegar a cabo correcciones. (…) La importancia de estudiar patrones establecidos y convencionales de comunicación cinemática no es establecer leyes inmutables. En vez de eso es para ayudarte a examinar los siempre cambiantes procesos: cómo han funcionado y porque han tenido efecto en el pasado. Si puedes entender dichas cosas, entonces ya no necesitas pensar en términos de “reglas”. Entender la función de los usos tradicionales te permitirá ser libre para inventar e innovar cuando surja la necesidad (…)”.
Alexander MacKendrick(“On Film-Making”).
“Nuestra habilidad para aprender es uno de los aspectos más básicos de la condición humana. El rango de cosas que podemos aprender a hacer mejor, mediante la instrucción, es muy amplio. De todas formas, la poderosa influencia de los pensadores románticos, que estaban convencidos de que cosas importantes psicológicas no podían ser enseñadas, lleva a que el sistema educativo actual nos deje tirados con todo tipo de temas que no son transmitidos de generación a generación, porque se cree que pertenecen al reino de la intuición”.