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martes, 25 de octubre de 2011

Así es

P.- ¿El futuro del cine español está fuera de España?

R.- Hoy día no tiene tanto peso el hecho de rodar aquí o en Estados Unidos. Creo que estamos en todas partes a la vez y que no tiene tanta trascendencia. Y tengo guiones que necesitan ser rodados en España, claro. Ya no por una cuestión de estrategia de carrera, sino porque es lo que la película está pidiendo. La película siempre está por encima de cualquier estrategia. Y hoy tenemos las herramientas para rodar donde sea. Pero cada vez que lees, aunque sea halagador, que hay una generación de directores que está cambiando el cine español... Hostias, esta cantinela la llevo oyendo desde 1991. Tengo la sensación triste de que el sentimiento de cambio que nunca se solidifica, de nieve que no cuaja. Y de repente te dicen: "Qué bien, que haces cine que no es de curas ni prostitutas". Pero si yo vengo de 'Acción mutante', 'La madre muerta', 'Todo por la pasta'... Si para mí el cine español es ése. Tengo la sensación triste de que dentro de 15 años hará un chaval una peli de tiros y extraterrestres, y todos dirán otra vez que por fin hay alguien que está cambiando el cine español. ¡Se habrán olvidado de nosotros por completo!

P.- O sea, lo que no cambiará es el síntoma de la crítica al cine español.

R.- La consideración triste es que el cine español ha evolucionado de una manera vertiginosa mientras que la percepción que se tiene del cine español ha sido inmovilista, no se ha desplazado ni un centímetro.

Nacho Vigalondo, entrevistado por Hernán Migoya.
Más, aquí.

lunes, 7 de febrero de 2011

De Hernán Migoya

Manifiesto en Apoyo a Nacho Vigalondo

Los abajo firmantes queremos expresar nuestra indignación y repudio al artificial escándalo mediático tejido contra el cineasta cántabro Nacho Vigalondo respecto a un chiste supuestamente antisemita o negacionista transmitido en la red social Twitter. Del mismo modo, deseamos mostrar nuestro apoyo solidario a Vigalondo frente a las desmesuradas consecuencias profesionales y personales que tal distorsión mediática le han reportado.

Dicha manipulación mediática ha supuesto para Vigalondo el cierre del blog que mantenía para la versión digital de El País, así como el cese en la difusión de la campaña de publicidad que había realizado para la edición en iPad del mismo periódico.

Por tanto:

1. Nos parece tendencioso el acoso de que ha sido objeto Vigalondo por parte de varios medios de comunicación, así como el intento de dañar a toda costa su imagen pública, y lamentamos por considerarla injusta la decisión de sus empleadores de tomar medidas tan drásticas, en vez de intentar explicar qué ha sucedido y por qué. Sucumbir a las presiones de la competencia ha llevado a una serie de decisiones desafortunadas por parte de El País.

2. Es indignante ver cómo se ha usado la tergiversación para entablar una batalla mediática evidentemente interesada (y de un amarillismo deleznable), donde se ha enjuiciado moralmente a Vigalondo sin reproducir el contexto inicial de su chiste.

3. Se ha argumentado que el chiste no tiene gracia, que sobre ciertas cosas no se bromea. Un chiste sólo funciona dentro de un contexto, y aquí ese contexto era negar una serie de verdades innegables. Por supuesto, los medios interesados lo sacaron de ese contexto para que no funcionara como chiste, sino como supuesta declaración de intenciones.

4. La lista de artistas internacionalmente consagrados con un sentido del humor similar al de Vigalondo es larga. Cabe preguntarse qué sería de la vida cultural de este país si hiciéramos lo mismo que se le ha hecho a Vigalondo con todos los artistas que han satirizado o parodiado el Holocausto: desde el director judío Ernst Lubistch definiendo en la voz de un alto mando nazi qué es un campo de concentración (“We do the concentrating and the Poles do the camping”) hasta el también judío Woody Allen afirmando que cada vez que escucha a Wagner le dan ganas de invadir Polonia. En cualquier caso, manifestamos nuestra disconformidad con una policía moral que decida en todo momento de qué nos podemos reír y de qué no.

5. El objetivo último de este comunicado es abogar por que Nacho Vigalondo pueda seguir desempeñando su carrera como cineasta de la misma manera que lo ha hecho hasta ahora, sin represalias ni listas negras reminiscentes de indeseables tiempos pasados.
El historial cinematográfico y profesional de Nacho Vigalondo es impecable, pleno de éxitos de crítica y público, en España y en el extranjero. No podemos permitir que juicios interesados por parte de los medios de comunicación impidan el normal desarrollo de su fructífera carrera.