domingo, 26 de abril de 2009

En Málaga (2)



La otra cosa que hice en Málaga fue formar parte del jurado que dio los premios ALMA a mejor guión de autor novel (entendiendo como tales a aquellos con como mucho dos películas estrenadas) en la sección oficial y en ZonaZine. Y, aunque no sé si realmente es así o no, a base de ver tanto cine español en tan pocos días, la impresión que me he llevado es que salvo algunas excepciones el grueso de nuestra producción puede incluirse en una de estas dos categorías: subproductos descerebrados como Fuga de cerebros o películas de autor incomprensibles como The Frost. El resultado (o al menos el efecto que producen en mí) en ambos casos es el mismo: aburrimiento y ganas de salir corriendo de la sala. En realidad, sino llega a ser por películas como Pagafantas (una comedia muy divertida que sin resultar mimética con sus modelos, enlaza con el cine que están haciendo ahora en Estados Unidos Judd Apatow y compañía) o Agallas (un thriller con final sorpresa que realmente consigue pillar desprevenido al espectador, con un Carmelo Gómez impresionante), mi experiencia como espectador durante el festival habría resultado bastante triste. Es posible que se me hubieran quitado las ganas de ver otra película española durante muchos, muchos meses. Probablemente se hayan pasado en el festival otras buenas películas que no he podido ver (por Ej. probablemente lo sea Un buen hombre; al menos su guión, que pude leer hace tiempo, era bastante interesante), pero aún así, parece que son muy pocas las películas que se mueven en ese terreno intermedio que más disfruto como espectador y también como guionista: cine de género (entendiendo que el drama y el cine “social” también son géneros) que sin insultar la inteligencia de los espectadores, no se olvida de que ante todo, si quieres que alguien se interese por lo que estás contando, hay que entretener.
Lo malo es que luego llegan los premios y resulta que el jurado de la sección oficial prefiere películas mucho menos logradas que Pagafantas o que Agallas, pero que tratan temas supuestamente más “importantes”, haciéndolo, como no, en clave de drama. Como casi siempre, parece que ha vuelto a subestimarse lo difícil que resulta parir una buena comedia o un buen thriller. Al menos el jurado de ALMA pudimos darnos el gusto de otorgarle el premio al mejor guión novel de la sección oficial a Pagafantas, y me queda el consuelo de que esa también ha sido la película elegida por la crítica.
Y, aunque no tiene que ver con lo anterior, la noche en la que se presentó Pagafantas fue también con diferencia la más divertida del festival. Antes de la proyección Nacho Vigalondo recogió el premio Eloy de la Iglesia, demostrando que se puede dar un discurso de agradecimiento inteligente y emotivo a la vez que divertido (al contrario de otros que sufrimos en noches anteriores), y además como "telonero" se proyecto un corto que a mí me parece magistral (y que en una pantalla grande gana bastante). Aunque probablemente ya lo habréis visto todos, por si acaso no lo conocéis aún... ahí va: