miércoles, 23 de diciembre de 2009

Algo en lo que pensar

De esta entrevista con el guionista David Simon:


Sí, antes de terminar la primera temporada releí la mayor parte de las obras de Eurípides, Sófocles, y Esquilo (…) Son increíblemente relevantes hoy en día. Como drama, las obras en si resultan un poco acartonadas, pero el mensaje de las obras y los impulsos dramáticos son profundos para nuestra época. No nos damos cuenta. No creo que notemos el poder que tienen porque en realidad estamos  más en la onda Shakesperiana de…
Sí, el rollo del individualismo.
Lo individual y la lucha interior por el yo. Macbeth y Hamlet y Lear y Otelo. Esas son las grandes tragedias, la rama dramática que lleva a O’Neill y a nuestro teatro moderno.
(…)
A mí me parece que la gente quiere ser especial, copos de nieve únicos, y lo Shakesperiano trata más de eso.
¡Exactamente! Celebrémonos a mí y la maravilla que soy yo. No es sobre la sociedad. Los griegos, especialmente los atenienses, no paraban de hacerse preguntas respecto a los hombres y el estado. (…) Ahora, lo que ha sido exaltado y lo que obsesiona al entretenimiento americano es la idea de que el individuo es más grande que la institución. ¿Cuántas puñeteras veces más vamos a ver una historia donde alguien…

¿Se sobrepone a sus circunstancias?
“No puedes hacer eso.” “Sí, puedo.” “No, no puedes.” “Te lo demostraré, ya veras.” Y al final todos se dan cuenta de que es solo un rebelde de buen corazón con la razón de su lado, y por fin la ciudad se da cuenta de que bailar no es tan malo. Puedo inventarme un millón así. Esa es la historia que queremos que nos cuenten una y otra vez. ¿Y sabes por qué? Porque en el fondo lo que sabemos sobre el siglo 21 es que cada día que pasa vamos a valer menos y menos, no más y más.

(…)

Como seres humanos. Algunos de nosotros vamos a ganar más dinero y a valer más. (…) pero por lo general, el americano medio, la persona media en el mundo en el planeta Tierra, vale cada vez menos. (…) y es como: “¿Podéis contarme otro cuento de antes de irme a dormir sobre como la gente es especial y todos y cada uno de nosotros importamos? ¿Podéis contarme esa gilipollez?”.

“Cuéntame otra vez el de ese boxeador que salió del ghetto y se convirtió en el campeón”.
(…)
"Y, oh sí, alguien más superó su adicción a las drogas. Es maravilloso. Cuéntame ese otra vez”. Y oye, no tengo ningún problema con las victorias si son merecidas. Pero si todo lo que haces es victoria, si ese es todo tu armazón dramático y así es el 90% de la televisión americana…




El link lo vi esta mañana en la página de otro guionista, Warren Ellis.