Al dueño (o dueños) de los cines Verdi*:
Ayer por la tarde me acerqué por sus cines de Madrid a ver la película “An Education” a la sesión de las 20:15.
Al darme cuenta de que la película se estaba proyectando totalmente desenfocada (los planos generales eran una mancha borrosa) fui a pedirle a uno de los acomodadores que avisara del problema al proyeccionista. El acomodador me dijo que haría lo que pudiera y volví a mi sitio, confiando en que el problema sería resuelto. Pero pasaron los minutos y la película seguía estando mal proyectada. Así que me levanté de nuevo y esta vez hablé con la proyeccionista, que me explicó que no había manera de enfocar la imagen porque si lo hacían lo que se desenfocarían serían los subtítulos.
O sea, que tanto ella como sus compañeros eran conscientes de que estaban cobrando 8 euros a sus clientes por ver una película proyectada en tan malas condiciones que para eso podrías estar viendo un VHS pirateado de hace 15 años.
Y aún así, no se plantearon ninguna de las únicas opciones honestas:
-Avisar con un cartel en la taquilla de las condiciones de la proyección.
-Suspenderla.
No soy proyeccionista, así que no tengo ni idea de si el problema era por culpa de la copia, del proyector o de qué. Pero no me importa. No es un asunto que me concierna. La cuestión es que yo había pagado 25 euros (dos entradas más unas palomitas y un par de botellas de agua) por ver una película en condiciones. El Blu-ray de la película cuesta en Amazon 19 euros. Y, aunque por aquello de apoyar a las salas que proyectan en versión original, siempre trato de ver en los cines las películas que me interesan -incluso aunque tarden seis meses en estrenarlas-, dado que cada vez es más habitual que las proyecciones se asemejen a las de un cine de verano de pueblo, me da la impresión de que estoy haciendo el canelo. Porque a lo mejor, para tener cines así, es mejor no tenerlos.
El día anterior a ver (o intentar ver) “An Education”, vi “Los hombres que miraban fijamente a las cabras” en los cines Princesa. De nuevo, la proyección fue un desastre. Aunque al menos en este caso no estaba toda la pantalla desenfocada, sino “sólo” el lado izquierdo.
Y luego se quejaran de que cada vez se va menos al cine.
En fin… dueño (o dueños) de los Verdi, que sepan que han perdido un cliente.
Mi único consuelo es que "An Education" es un bodriete. Afortunadamente, no tuve que ver desenfocado un peliculón.
*He mandado este mismo texto (sin la alusión a los cines Princesa, claro) a la página web de los Cines Verdi. Ya comentaré aquí si obtengo algún tipo de respuesta.
Actualización: una semana después, no ha habido respuesta.