domingo, 25 de noviembre de 2007

HABLANDO CON GUIONISTAS (10)

Últimamente he recibido varios mensajes preguntándome cómo se escriben los guiones de cómic. Como el tema me parecía interesante, pero tampoco me apetecía escribir una entrada sobre el tema (después de la entrevista de Zona negativa, estoy un poco cansado de hablar de mi mismo), pensé que sería más interesante hablar con otro guionista para que lo explicara él. Así que se lo comenté a SANTIAGO GARCÍA, guionista de la serie El vecino (ilustrada por Pepo Pérez y ya con dos álbumes publicados por Astiberri), empezamos a intercambiar e-mails, y este es el resultado:

DAVID MUÑOZ: ¿Cómo empiezas a escribir un guión de cómic? ¿Escribes primero una escaleta o una sinopsis de la historia? ¿O la piensas directamente en formato de storyboard sobre el que luego dialogas? ¿O eso es algo que haces a posteriori, ya con un guión?

SANTIAGO GARCÍA:Bueno, la verdad es que no tengo un sistema completamente automatizado. Paso por casi todas las fases que comentas, aunque dependiendo del tebeo en cuestión, unas tienen más desarrollo que otras. Si me preguntas cómo empiezo a escribir un guión de cómic, te tengo que contestar que pensando. A menudo lees "instrucciones" o "manuales" sobre cómo escribir guiones que están tan obsesionados con el desarrollo sistemático de ciertos pasos, con crear una mecánica de la escritura, que ignoran por completo ese primer paso que no se puede concretar en un ejercicio físico y material. Para mí, esa fase de darle vueltas en la cabeza a una idea hasta que se va convirtiendo en un guión es tal vez la más larga e importante. Cuando finalmente escribo, de hecho, voy bastante rápido, sobre todo si el proceso de fermentación previo ha tenido la duración adecuada. Durante esa primera fase de "darle vueltas", como máximo voy tomando notas sueltas: ideas, escenas, personajes que hay que apuntar para que no me olvide de ellos cuando por fin me ponga a escribir "de verdad". Luego, utilizo todo tipo de trucos para ir poco a poco dando forma más concreta a personajes y situaciones antes de llegar al guión en sí. Por ejemplo, me resulta bastante útil escribirme la historia de cada personaje por separado. Los sucesos en los que coinciden unos y otros los repito en cada historia. Esto ayuda mucho a evitar los personajes-función, da una entidad propia a cada uno. El último gran paso antes de escribir el guión propiamente dicho es lo que en cine llamáis la escaleta. En gran medida, ahí es cuando se escribe el guión, y el guión definitivo sólo es el desarrollo de eso. Pero ahí es donde se conciben las escenas definitivas a las que has estado dando vueltas de forma un poco difusa y, sobre todo, donde se ordenan, combinan, eliminan, añaden... Cuando tienes una escaleta donde las cosas más o menos encajan, tienes la sensación de que ya tienes el libro dominado. Por supuesto, la historia tal y como aparece en la escaleta todavía va a sufrir muchas modificaciones, pero por lo menos ya tienes algo sólido sobre lo que trabajar. Luego, escribo el guión dibujándolo, tal cual. Utilizando la escaleta como guía, voy dibujando las viñetas, diseñando las páginas, poniendo los monigotes, los diálogos... Digamos que ahí llego a la fase en la que estoy haciendo lo mismo que cuando dibujaba tebeos de niño. Normalmente en esta etapa se van a introducir modificaciones sobre lo que marcaba la escaleta.
Después, ese tebeo dibujado o abocetado lo convierto en un guión escrito en un procesador de textos, donde describo lo que he dibujado y reescribo los diálogos, aparte de volver a introducir de nuevo modificaciones, porque cada paso y repaso es una nueva oportunidad de pulir cosas y hacer correcciones.



DM:¿Y cómo aceptan los dibujantes los storyboards que dibujas? De hecho... ¿les gusta que los hagas? A mí todos los dibujantes con los que he trabajado últimamente me han pedido que no lo haga. Y lo entiendo, porque visualizar la historia es lo más divertido de hacer un tebeo. De hecho, es donde "se hace" realmente.

SG:Entonces, si piensas así y no haces bocetos (no me gusta nada la palabra storyboard en este caso, eso es otra cosa), ¿tienes la sensación de estar haciendo un tebeo cuando escribes guiones que no visualizan la página? ¿O estás dando sólo un argumento?

DM:Lo de storyboard lo utilizo un poco por deformación profesional, de tanto trabajar en cine, pero también porque lo que hago es eso, un guión gráfico (interpretable, modificable, un punto de partida, vaya); para mí bocetos es lo que hacen los dibujantes antes de atacar el lápiz de la página, no yo. Pero bueno, el nombre da igual, porque en el fondo me parece que estamos hablando de lo mismo.
En cuanto a lo de si tengo la sensación de estar haciendo un tebeo, pues sí, porque en el guión que le doy al dibujante cada página viene dividida en viñetas e indico el diálogo que va en cada viñeta. O sea que el ritmo del tebeo ya viene marcado por el guión. Pero lo que no digo (salvo en los casos donde me parece que es necesario un plano muy concreto y me da miedo que si no se usa no se entienda lo que pasa) qué plano utilizar exactamente. Para que se entienda claramente lo que te estoy explicando, este es el guión de dos viñetas del segundo álbum de la serie La casa de los susurros:


1.SIMON mira a LOS NIÑOS haciéndoles un gesto para que se acerquen a él.

SIMON: VAMOS, TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ.

2.LOS NIÑOS se miran dudando.

Es obvio que con esta descripción de las viñetas el tipo de plano ya está muy condicionado por el guión (por Ej. si "los niños se miran dudando" está claro que para que se transmita esa información, esa viñeta va a ser por lo menos un plano medio de los niños, con el punto de vista delante de ellos) pero aún así, el dibujante tiene un margen de maniobra que le permite divertirse dibujando las páginas. A mí me ha costado renunciar a controlar cómo son exactamente cada una de las viñetas de los tebeos que escribo, pero si me fío del dibujante con el que esté trabajando, me parece una buena manera de hacer las cosas. Lo que no podría hacer es usar el "método Marvel", o sea, dar un argumento y luego dialogar sobre las páginas acabadas. Ahí si que te arriesgas a que el resultado final no tenga nada que ver con lo que querías hacer. Me volvería loco. De todas maneras todo esto me parece un tema delicado y lo que más complica las relaciones entre guionista y dibujante, al menos en mi experiencia (y también por lo que sé de otros equipos de guionistas/dibujantes). El guionista quiere lógicamente que el tebeo sea como él lo visualiza y el dibujante quiere hacerlo suyo también, no quiere ser sólo el "lápiz" del guionista.


SG:El tema que estás planteando es el de la relación entre las dos personas que integran un equipo de trabajo y que es, obviamente, fundamental a la hora de entender cómo se hace un tebeo de guionista-dibujante. Yo creo que la aspiración es llegar a no distinguir el trabajo de uno y del otro, que el producto final parezca obra de una sola persona, y no "un guión dibujado". Para eso, claro, es necesario compenetrarse muy bien, pero también no dividir el tebeo en "parcelas", lo de "yo me ocupo del dibujo y tú ocúpate del guión" me parece que ya establece una grieta de partida que facilitará que luego en el resultado se note que hay personalidades diferentes tirando por caminos diferentes. Lo ideal es que personalidades diferentes cooperen en el mismo sentido, y eso se hace cuando todo el mundo participa en todo. Es decir, yo me considero dibujante de los tebeos que hago, y yo considero que los dibujantes con los que colaboro también guionizan los tebeos que escribo. No creo que tenga que molestarles que yo visualice la página, como a mí no puede molestarme que ellos participen en el guión, cosa que, por cierto, también hacen. Es decir, no se trata tanto de salvaguardar el territorio de cada uno como de salvaguardar al tebeo en sí, preocuparse sólo de que el resultado final sea el que tiene que ser, dejando de lado el ego y evitando competir en dos aspectos -guión y dibujo- artificialmente separados. Por supuesto, como ya decíamos en la primera pregunta, todo es distinto según la historieta y según la persona con la que colaboras. Yo me dibujo abocetados los tebeos antes de escribir el guión formal, pero eso no quiere decir que siempre le facilite esos bocetos al dibujante. A veces sí, y a veces no. De la misma manera, eso tampoco quiere decir que mis bocetos sean completos en todas las páginas de una misma historieta. A veces sí, porque la puesta en página de una viñeta es fundamental para el efecto que se busca, para lo que se quiere transmitir, y a veces me limito a dar los diálogos, porque probablemente el dibujante va a saber resolver la viñeta por sí mismo mejor que con cualquier indicación mía. En todo caso, aunque yo le pasara al dibujante un boceto de toda la página y un guión detallando cada plano de cada viñeta, eso no dejaría de ser una sugerencia. El dibujante siempre puede tener otra idea y probarla, y si es mejor sale adelante, y si es peor se descarta, y si no lo sabemos... pues llega el conflicto entre los dos. Las tres situaciones se han dado, las tres situaciones se dan constantemente, y se dan con el mismo dibujante y en la misma historieta, porque el proceso es dinámico. Pero si se sabe llevar bien, es lo más enriquecedor de hacer un tebeo, lo que más alegrías te da (no hay nada más bonito que cuando te devuelven una página en la que han mejorado algo que has propuesto) y lo que creo que es fundamental para que un tebeo tenga vida y sea ese resultado homogéneo que te decía antes. No hay que temer al conflicto, creo que de esos roces sale la chispa que da valor a la obra. No creo en las colaboraciones fluidas. Si no hay discusión, probablemente es que no todo el mundo se está comprometiendo por completo.
De todos modos, quería añadir otra cosa respecto a lo de los bocetos, y es que ayudan mucho a la narración. Cuando haces bocetillos simples, como los míos, y encima no sabes dibujar, como yo, acabas creando una primera versión del tebeo que se puede leer con unos elementos tan básicos que al final no te queda duda de qué es lo fundamental y qué lo accesorio para narrar una escena de forma que se entienda. O dicho de otra manera: sólo dibujas lo estrictamente necesario. Y eso ya le sirve de guía al dibujante para saber que todo lo demás sobra.



DM:Mmm... aunque estoy de acuerdo con lo que dices, lo malo es cuando los conflictos, los roces, acaban destruyendo la relación. Y ocurre bastante a menudo, a no ser que guionista o dibujante lleguen a un entendimiento claro sobre qué parcela del trabajo le corresponde a cada uno. A mí no me importa (de hecho, lo agradezco y me parece lo natural) que el dibujante aporte todo lo que pueda cuando estoy escribiendo el guión. Además, procuro tener siempre muy presente para quién estoy escribiendo e intento que el guión le permita disfrutar dibujando y dar lo mejor de si mismo. Pero son muchos los dibujantes a los que no se les puede decir nada de nada sobre sus páginas. Se enfurecen a la menor crítica o sugerencia. Eso, cuando el guionista y el dibujante están en contacto, porque por Ej. es muy raro que los dibujantes que trabajan para Marvel o DC se relacionen con sus guionistas. Se suele discutir todo con el editor, y dada la premura con la que se trabaja, el guionista no tiene más remedio que aceptar que las páginas son cómo son cuando le llegan, e intentar corregir posibles defectos ajustando los diálogos antes de mandárselas al rotulista.

SG:Por supuesto que los conflictos tienen que ser creativos, no personales... aunque ya sabemos que a veces es difícil separar una cosa de otra. Cuando escribimos o dibujamos ponemos en juego nuestro corazoncito y nos sentimos amenazados por la menor crítica, por lo que a veces tendemos a responder de forma infantil o irracional. Finalmente, resulta que conseguir esa relación creativa tan intensa sí depende de tener una relación personal muy íntima. No tanto porque guionista y dibujante nos conozcamos tanto que no nos moleste lo que nos diga el otro como porque seamos capaces de tragarlo y seguir adelante. Escribir pensando en quién va a dibujarlo es fundamental, como dices. Y no sólo por ofrecer un guión que esté más o menos en sintonía con el imaginario y las capacidades del dibujante en cuestión, sino, como hablábamos antes, por la forma de escribir, por la forma de colaborar con cada persona. Para mí, desde luego, no es lo mismo escribir un guión para Javier Olivares que para Pepo Pérez. Pero eso no es sólo porque son artistas diferentes, sino porque yo sé que son personas diferentes, y sé cómo lee cada uno las cosas, sé como las entiende cada uno, sé cómo va a reaccionar cada uno ante cada cosa, y sé en qué cosas necesitan mi ayuda y en qué cosas van a encontrar soluciones que a mí ni se me ocurrirían. Pero claro, estamos hablando de relaciones creativas que no tienen nada que ver con las que tú planteas del cómic profesional Marvel o DC, o incluso del cómic francés de grandes editoriales. Yo sólo te puedo hablar de mi experiencia, y es una experiencia que se limita a cómics creados con la libertad que te da estar al margen de la industria y los imperativos comerciales.

DM:Y luego, ¿cuándo recibes las páginas qué pasa? ¿Cómo es el proceso hasta que se considera que una página es publicable? ¿Sueles hacer muchos reajustes en los diálogos?

SG:Lo normal es que vea la página a lápiz, momento en que te puedes encontrar con a) la página que ha quedado como querías a la primera; b) la página en la que se empiezan a probar variantes de alguna viñeta o secuencia que no acaba de convencernos. La mayoría de las veces los ajustes tienen que ver con cuestiones de narrativa. En esta fase es casi lo único que se decide, porque la historia ya está resuelta cuando se dibuja una página final. Los diálogos se pueden ajustar, claro, y no hay diálogo definitivo hasta que no se hace la rotulación final, pero normalmente no varían mucho de lo que había en el guión. Una vez damos por buena la página a lápiz, los problemas que quedan por resolver ya normalmente sólo son de entintado y color, lo que es puesta en página y textos raras veces van a variar.

Las imágenes que ilustran esta entrada están extraídas de la web de Pepo Pérez. Si queréis ver más, podéis echar un vistazo aquí.