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martes, 1 de febrero de 2011

Más preguntas


¿Por qué, cuando un trabajador consigue un derecho del que nosotros carecemos, lo llamamos “privilegio”? ¿Por qué, en vez de reclamar el mismo derecho para nosotros, pretendemos que se lo quiten a él? ¿Por qué nos “solidarizamos” con el empresario (o el estado) y no con el trabajador? ¿Por qué siempre queremos igualar a la baja?

domingo, 31 de enero de 2010

La importancia de contarlo bien

Paso frente a la salida de una iglesia y escucho esta conversación entre tres mujeres de unos 70 años:

“El otro cura era mucho más entretenido. Contaba historias que le habían pasado a él en Ecuador”.
“Sí, sí, es que era muy ameno. No te aburrías nada”.
“No como este. Que rollo. Lo único que hace es leer”.
“Yo casi me duermo”.

Que haga un curso de guionista ese cura, hombre...

jueves, 28 de enero de 2010

Pensé que era una broma...


...pero no. Saddam Hussein no solo era fan de Star Wars sino de la ciencia ficción en general e incluso escribió su propia novela de CF. Lo he descubierto porque el artista Michael Rakowitz tiene ahora mismo una exposición en la Tate Gallery en la que ironiza sobre ello.

martes, 17 de noviembre de 2009

El cine español y la Guerra Civil

Hace un par de noches estaba haciendo zapping mientras cenaba y me detuve un rato en El intermedio, el programa que presenta El Gran Wyoming. Y no recuerdo a cuento de qué, pero en un momento dado Wyoming dijo algo así como que el tema del que estaban hablando era tan raro como “una película española que no tratara de la Guerra Civil”.
Aparte de que el chiste está ya de lo más trillado y como remate deja bastante que desear, me sorprendió que gente a la que considero inteligente como Wyoming y su equipo de guionistas recurrieran a un topicazo digno de tertuliando de la COPE encabronado con el gobierno (“¡el mayor problema de España son esos malditos “rojos” del cine que solo quieren abrir viejas heridas!”). Porque en realidad a mí me da la impresión de que el cine español ha hecho muy pocas películas sobre la Guerra Civil. Más bien pienso que debería hacer más (y no solo dramas, sino películas bélicas, de acción…); las historias necesitan un conflicto potente para existir, y que mejor conflicto que una guerra que enfrentó durante años a compatriotas que hasta entonces habían convivido en paz y que terminó con la victoria de los "malos".
Siempre he pensado que todo ese "cine guerracivilista" que según algunos al parecer forma el grueso de la producción cinematográfica española en realidad no existe (y quizá nunca ha existido). Es pura propaganda. Ya sabéis aquello que decía Goebbels: repite una mentira el suficientemente número de veces y al final mucha gente acaba creyendo que es verdad independientemente de que el análisis de los datos objetivos sugiera otra cosa.
Pero aún así, aunque la idea me resulta ridícula (¿alguien se plantearía que no deben rodarse más largos sobre la Segunda Guerra Mundial?) al ir a acostarme me dio por pensar que si también lo decía el Wyoming a lo mejor era por algo.
Por eso, en vez de meterme en la cama, busqué en Internet una lista lo más completa posible de las películas que se han estrenado hasta ahora durante el 2009 y copié en un documento las españolas para comprobar si realmente se ruedan tantas películas sobre la Guerra Civil.

La lista empieza en Noviembre y acaba en Enero. O sea, que las últimas películas que se han estrenado son las que aparecen en primer lugar.

6 al 12 de noviembre
Celda 211
A la deriva
Eloïse
30 de octubre al 5 de noviembre
Petit indi
Castillos de cartón
Trash
23 al 29 de octubre
After
Bullying
16 al 22 de octubre
Infectados (Carriers)
Yo, también
9 al 15 de octubre
Ágora
2 al 8 de octubre
REC 2
Màscares
La felicidad perfecta
La máquina de pintar nubes
25 de septiembre al 1 de octubre
El secreto de sus ojos
18 al 24 de septiembre
La noche de su vida
Flores negras
11 al 17 de septiembre
Gordos
Pájaros muertos
4 al 10 de septiembre
Agallas
28 de agosto al 3 de septiembre
Mapa de los sonidos de Tokio
24 al 30 de julio
Paisito
Los ojos de Ariana
17 al 23 de julio
No mires para abajo
Háblame del amor
10 al 16 de julio
Paintball
V.O.S.
3 al 9 de julio
Pagafantas
26 de junio al 2 de julio
Tetro
Tres días con la familia
Antes de morir piensa en mí
19 al 25 de junio
Cher ami
12 al 18 de junio
No-Do
7 minutos
29 de mayo al 4 de junio
La mala
22 al 28 de mayo
Secretos de cocina
15 al 21 de mayo
Cosas Insignificantes
Carmo
8 al 14 de mayo
Últimos testigos: Fraga y Carrillo
Una cierta verdad
30 de abril al 7 de mayo
Un buen hombre
La vergüenza
24 al 29 de abril
Fuga de cerebros
El niño pez
25 Kilates
Esperpentos
17 al 23 de abril
El amor se mueve
El frasco
8 al 16 de abril
Al final del camino
3 al 7 de abril
Las manos
La casa de mi padre
27 de marzo al 2 de abril
Mentiras y gordas
Retorno a Hansala
18 al 26 de marzo
Los abrazos rotos
13 al 17 de marzo
Los muertos van deprisa
27 de febrero al 6 de marzo
Che: Guerrilla
20 al 26 de febrero
Hoy no se fía, mañana sí
13 al 19 de febrero
La teta asustada
6 al 12 de febrero
Dieta mediterránea
23 al 29 de enero
El juego del ahorcado
La mujer del anarquista
Arropiero, el vagabundo de la muerte
16 al 22 de enero
El truco del manco
2 al 8 de enero
El canto del loco. La película

Como habéis visto, he incluido una película escrita y dirigida por españoles, “Infectados”, de los hermanos Pastor, aunque haya sido financiada por un estudio norteamericano, y varias películas escritas y dirigidas por latinoamericanos (como "El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella) o norteamericanos (la segunda parte del "Che" de Steven Soderbergh o la última de Coppola) que sin embargo han sido pagadas en su mayor parte por empresas españolas y por tanto legalmente son consideradas “cine español”. Es posible que haya dejado fuera algunas que quizá deberían estar, como “Imago Mortis”, pero creo que aún así la lista es bastante representativa del cine que realmente hacemos los españoles. Además, este no pretende ser un estudio riguroso ni mucho menos. Mi única intención es satisfacer rápidamente mi curiosidad y que falten uno o dos títulos creo que no va a alterar demasiado mis conclusiones.
Y resulta que solo hay una película que tenga una relación directa con la Guerra Civil: el documental “Últimos testigos: Fraga y Carrillo”.
Luego, aunque hay tres o cuatro películas que transcurren durante la posguerra (por Ej. “La mujer del anarquista”, que curiosamente tiene más de película alemana que española; o “Hoy no se fía, mañana sí”) y cuentan historias que no tendrían razón de ser sin la Guerra Civil gracias a la que Franco consiguió llegar al poder y por tanto es cierto que son también (pero no solo) películas sobre el franquismo, tampoco son exactamente películas sobre la Guerra Civil. Y, en todo caso, me parece que resultaría un tanto absurdo pretender que nuestra cinematografía renunciara a filmar historias que transcurran entre 1939 y 1975 simplemente porque es casi imposible hacerlo sin hacer referencia al franquismo (cosa que como bien sabemos aquellos que hemos intentado escribir guiones de género ambientados en los años 50 o 60 del pasado siglo, es una putada).
O sea, que de las 67 películas de la lista, solo hay una que podría ser calificada de "película sobre la Guerra Civil". El resto son thrillers, documentales, películas de animación destinadas a un público infantil, de terror, históricas, comedias, dramas, etc. Los únicos género que de momento parecen resistírsele al cine español (y a pesar de eso alguna película así se ha rodado) son la ciencia ficción y la acción. Pero resulta lógico. El cine espectáculo es ante todo un cine muy caro (probablemente quince minutos de "2012" cuestan tanto como toda la producción nacional del año) y aunque se está haciendo algún intento en ese sentido ("Planet 51", que creo es la primera película de animación española que va a tener un estreno simultáneo en varios países, y hasta cierto punto, "Agora"), intentar batirse en ese terreno con los “blockbusters” norteamericanos resultaría suicida para cualquier productor de aquí.
Y sí, de esta lista también se pueden extraer conclusiones mucho menos positivas. Muchas películas españolas tienen estrenos casi simbólicos (parece que a veces solo llegan a los cines porque sus productores necesitan conseguir ciertas subvenciones), e incluso cuando no es así aparecen por sorpresa en las salas de los multicines sin ningún tipo de apoyo promocional (con lo que nadie va a verlas porque ni siquiera se sabe que existen), de manera que hay muchos títulos que cuesta recordar si se llegaron a estrenar realmente o no. Pero lo mismo pasa con la mayor parte de los largometrajes norteamericanos –y no digamos ya los europeos o los procedentes de cinematografías más exóticas-, y nadie parece rasgarse las vestiduras por ello. El mercado es así. Muchos son quienes intentan reclamar la atención de sus posibles “clientes” y muy pocos los que lo consiguen.
Nadie puede negar que el cine español tiene muchos problemas (y si no, os recuerdo lo que ha pasado recientemente con la película que ha dirigido Hernán Migoya), pero a veces tengo la impresión de que los que más nos preocupan a quienes hacemos las películas (como la dependencia enfermiza que tiene la industria del cine respecto a las televisiones) no son precisamente los que parecen interesados en abordar ahora mismo ni el gobierno ni mucho menos la oposición.Pero bueno, todo esto daría para una entrada mucho más larga de la que ahora mismo tengo tiempo para escribir.
En todo caso, Wyoming (y tantos otros): ¡Vale ya de soltar la frasecita sobre el cine español y la Guerra Civil!
Que ya no hacéis gracia, hombre.


*Añado unas declaraciones de Ignasi Guardans que acaba de mandarme un amigo y que indirectamente tienen que ver con el tema del que hablo en esta entrada:

"En España se habla demasiado del cine y del dinero en el cine, no somos conscientes de que no habría ni ópera ni música clásica ni deportistas olímpicos sin la financiación pública. Hay dinero público en toda actividad cultural y el cine no es la partida más grande. Sería bueno que supiéramos qué cuesta a cada español un cantante de ópera y lo digo desde el amor a la ópera. O por ejemplo la Fórmula 1 en Valencia. Un fin de semana de carreras en Valencia supone en dinero público casi un tercio del fondo para cinematografía. España es el país de Europa, en proporción, que menos dedica al cine".

*Y el último vídeo del grupo de rock duro Barricada, que acaban de editar un disco conceptual sobre la Guerra Civil y la represión franquista durante la posguerra sin que nadie les haya llamado pesados.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Exactamente

"¿Y la libertad del fumador? Sólo puede ejercerse allí donde no supone una carga sobre la libertad ajena; punto. Puede argüirse que existe algo así como un derecho histórico de los fumadores, derivado de su adicción, a poder seguir fumando; pero esto sólo obligaría a crear espacios reducidos y cerrados para ellos, algo muy razonable: no al contrario. Hay un aspecto, sin embargo, donde el argumento de la libertad es certero: un fumador puede elegir, libremente, arruinar su salud. ¡De algo hay que morir! Es incoherente que una sociedad que autoriza el aborto y piensa en legalizar alguna forma de eutanasia, adopte con el fumador una actitud paternalista. Distinto es que el fumador compense al Estado por los costes sanitarios que se derivan de su estilo de vida, algo que en parte ya se hace a través de los elevados impuestos sobre el tabaco.

Pero la prohibición de fumar no es una limitación arbitraria de la libertad del fumador, ni la imposición gubernamental de un modo saludable de vida; además, esto no tiene nada que ver con el liberalismo. En cambio, la libertad de los no fumadores para disfrutar del espacio público es un argumento incontestable, que en cualquier país avanzado liquidaría el debate sobre este asunto; de hecho, ya lo hace. Que aquí no suceda lo mismo se debe, en parte, a la imposibilidad de que este argumento sea reconocido como válido por quienes se verían afectados tras su transformación en norma: los fumadores mismos. Porque, ¿puede confiarse en que un fumador antepondrá el interés general a su necesidad privada? Difícilmente; su razonabilidad argumentativa es bien sospechosa. Esto no supone negar su capacidad para participar en el debate, faltaría más, sino comprender su singular punto de partida: defender un hábito del que casi todos ellos querrían apartarse".

De un artículo de Manuel Arias Maldonado que se publicó hace un tiempo ya en El País y que yo he leído esta mañana gracias a un enlace del estupendo blog de Pepo Pérez. Hasta hace muy poco yo no me había dado cuenta de lo molesto que puede resultar el humo del tabaco. Pero una de las secuelas de una conjuntivitis crónica aguda que he padecido durante casi dos años y que me ha dejado los ojos regular, es precisamente que en cuanto noto el humo, empiezo con los picores y las molestias. Y no, por mucho que insistan algunos fumadores cuando se discute del tema, el humo de los coches y la contaminación no molestan igual (claro que molestan, por supuesto, pero no es lo mismo).

jueves, 29 de octubre de 2009

Siempre es triste...

...descubrir que alguien a quien admiras es un poco bobo.

"En el caso de que Obama sea elegido, aunque desde luego me sentiré muy triste, y a pesar de lo horrible que será para mi país, recordaré las sabias palabras de mi madre: “Seguiremos siendo América”.

Este patriota encuentra algo de consuelo en eso".

Frank Miller, en Septiembre de 2008, aquí. Más, aquí. Y no, el problema no es solo que demuestre ser más conservador que toda la familia Bush junta, el problema es la manera simplona y demagógica en que se expresa. Son textos que te hacen replantearte muchas cosas sobre su trabajo y, sobre todo, acerca de cómo se ha entendido en ocasiones.

martes, 27 de octubre de 2009

jueves, 22 de octubre de 2009

La política del miedo

“Y aún así, en esta, prácticamente la única película de aventuras/ciencia ficción en años que NO está basada en la secuela de la secuela de un comic book, el director y el estudio también optan por la lección facilona de todas las pelis cliché de Hollywood…

…que se reduce siempre al mensaje simplón pero clásico de Michael Crichton: “hay cosas que el hombre nunca debería hacer”. Promoviendo la idea en última instancia venenosa de que siempre se debe temer y odiar la tecnología.

¿Ese es el mensaje más importante hoy en día, no? El cambio es siempre, siempre, siempre, siempre malo. Una lección predicada por elites privilegiadas, que viven una existencia confortable y que disponen de tecnología, y que se han beneficiado fantásticamente del cambio. Mujeres y hombres que probablemente chillarían agónicamente si tuvieran que vivir de la manera en la que lo hicieron cualquiera de sus antepasados, durante cualquiera de las 20.000 generaciones de previa existencia humana”.

El escritor David Brin, en su blog, hablando de la película “The Surrogates”. Y perdón por los posibles errores de traducción. Se hace lo que se puede.


Más tiras del mismo autor, aquí.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Metal

NIN: "Metal" with Gary Numan, live from on stage, London 7.15.09 [HD] from Nine Inch Nails on Vimeo.


Cuanto más tienes que contar, menos tiempo hay para hacerlo. Entre unas cosas y otras (rematar un par de guiones de largo; una oferta de trabajo que me ha llevado a aceptar pasar unos meses en una productora donde jamás pensé que podría desarrollar un proyecto tan interesante como el que estoy escribiendo; el disco duro del ordenador que se niega a arrancar y me deja sin las últimas versiones de varios documentos que he tenido que rehacer prácticamente desde cero; el comienzo de un par de cursos de guión) durante las últimas semanas apenas he podido hacer otra cosa que trabajar. A ver si pronto consigo centrarme un poco y puedo empezar a hablar sobre alguno de los frentes que tengo abiertos.

domingo, 4 de octubre de 2009

Más Libros


Óscar Palmer habla en su blog de Más Libros, la revista sobre el mundo del libro que hicimos entre varios amigos hace ya diez años. Yo me sigo sintiendo muy orgulloso de aquellos diez números. La pena es que no pudiéramos transformarla en un proyecto viable económicamente. Como dice Óscar en su texto, trabajamos mucho y aprendimos mucho también, y pese a los momentos difíciles creo que a todos nos mereció la pena formar parte de la redacción de Más Libros.

lunes, 28 de septiembre de 2009

El correo del zar


Creo que esta es una de las páginas de cómic que más me ha impresionado en mi vida. También me parece que el tebeo del que forma parte, la versión de Miguel Strogoff de la colección Joyas literarias juveniles, es una de las historias que más veces he leído. Aprovechando que ha sido reeditado hace muy poco, lo he comprado hoy mismo en un kiosko. Me hacía ilusión volver a tenerlo (se lo presté al amigo cuando era niño junto al resto de la colección y jamás me lo devolvió) pero no pienso leerlo. Prefiero conservar intacto el recuerdo de las intensísimas emociones que me produjo en mi infancia. Me conformo con echarle un vistazo y hacerle un sitio en la estantería.

martes, 8 de septiembre de 2009

Animales (asociando ideas, puede que con sentido, puede que no)


De Clyde Fans, de Seth.


De Antichrist, de Lars Von Trier.


De Animal Man, de Grant Morrison y Chas Truog.

"Los sábados por la tarde la puerta de la clínica permanece cerrada mientras ayuda a Bev Shaw a losen los canes sobrantes de la semana. De uno en uno los saca él de la jaula que hay al fondo del patio y los conduce o bien los lleva en brazos al quirófano. Durante los que han de ser sus últimos minutos, a cada uno le dedica Bev toda su atención, acariciándolo, hablándole, suavizando su tránsito. Si, tal como sucede con bastante frecuencia, el perro no se deja engatusar, es debido a su presencia; de él emana un olor erróneo (Saben qué está pensando cada uno, lo huelen), el olor de la vergüenza. No obstante, es él quien sujeta al perro para que se esté quieto mientras la aguja encuentra la vena y el fármaco alcanza el corazón y las patas ceden y los ojos se cierran.
Había pensado que terminaría por acostumbrarse, pero no es eso lo que sucede. A cuantas más matanzas asiste, mayor es su tembleque. Un domingo por la noche, al volver a casa en la furgoneta de Lucy, de hecho tiene que parar en la cuneta y esperar un rato hasta que se encuentra mejor. Le bañan las mejillas lágrimas que no puede detener; le tiemblan las manos.
No entiende qué es lo que le está pasando. Hasta ahora ha sido más o menos indiferente a los animales. Aunque en términos abstractos condena la crueldad de que son objeto, no podría precisar si por su propia naturaleza es amable o es cruel. Simplemente, no es nada. Da por sentado que aquellas personas a las que se exige la crueldad en cumplimiento del deber, personas que trabajan por ejemplo en un matadero, desarrollan un caparazón alrededor del alma. El hábito endurece: así debe de ser en la mayoría de los casos, pero no parece ser así en el suyo. No parece poseer el don de la dureza.
Todo su ser resulta zarandeado por lo que acontece en el quirófano. Está convencido de que los perros saben que les ha llegado la hora. A pesar del silencio y del procedimiento indoloro, a pesar de los buenos pensamientos en que se ocupa Bev Shaw y él trata de ocuparse, a pesar de las bolsas herméticas en las que cierran los cadáveres recién fabricados, los perros huelen desde el patio lo que sucede en el interior. Agachan las orejas y bajan el rabo como si también ellos sintieran la desgracia de la muerte; se aferran al suelo y han de ser arrastrados o empujados o llevados en brazos hasta traspasar el umbral. Sobre la mesa de operaciones algunos tiran enloquecidos mordiscos a derecha e izquierda, algunos gimotean de pena; ninguno mira directamente la aguja que empuña Bev, pues de algún modo saben que va a causarles un perjuicio terrible.
Los peores son los que lo olfatean y tratan de lamerle la mano. Nunca le han gustado esos lametones, y su primer impulso es el de alejarse. ¿Por qué fingir que es un camarada, cuando en realidad es un asesino? Sin embargo, se ablanda. Un animal sobre el cual pende la sombra de la muerte, ¿por qué iba a sentir que se aparta como si su tacto fuese una aberración? Por eso les deja lamer su mano si quieren, tal como Bev Shaw los acaricia y los besa cuando se lo permiten.
Espera no pecar de sensiblero. Procura no mostrar sentimientos a los animales que mata, ni mostrar sentimientos a Bev Shaw. Evita decirle: «No sé cómo puedes hacerlo», para no tener que oírle responder: «Alguien tiene que hacerlo». No descarta la posibilidad de que en lo más profundo Bev Shaw tal vez no sea un ángel liberador, sino un demonio, y que tras su compasión puede ocultarse un corazón tan correoso como el de un matarife. Trata de mantenerse con la mente bien abierta".

J.M. Coetzee, de su novela "Desgracia". La traducción es de Miguel Martínez-Lage y he escaneado este fragmento de última edición de Debolsillo. No he visto la película de Steve Jacobs (aunque me cuesta imaginarme cómo pueden haber convertido una novela así en un guión de cine), pero ha coincidido que la he leído la misma semana en que he visto Antichrist, y me ha parecido que trata los mismos temas que la película de Lars Von Trier y que además lo hace de una manera muy parecida (entre otros, los temas son la misoginia, el "ginocidio", nuestra relación con los animales y la naturaleza -la real, no su sublimación romántica-, y la "verdadera" naturaleza del hombre y la mujer). Las dos, la novela de Coetzee y la película de Von Trier, resultan absolutamente deprimentes, lo que no tengo claro es si reflejan una realidad que nos empeñamos en negar o si son simplemente fantasías misántropas autodestructivas de dos psiques en conflicto.

lunes, 31 de agosto de 2009

Que bueno es Manel


Mi pose preferida bajo el agua es "El Superman". Más Manel en Público.es, aquí.

jueves, 27 de agosto de 2009

El lado oculto de la Luna

"(…) Asumimos que el tío Sam recompensó maravillosamente a los guerreros de un solo combate que se la jugaron de esa manera e hicieron una de las cosas más extraordinarias que cualquiera de nosotros pudiera imaginar. Pero no. En absoluto. Cuando fueron a la Luna, recibieron las mismas dietas que habrían tenido por estar lejos de su base en Bakersfield: ocho dólares al día sin contar con los descuentos (como por Ej. por el alojamiento, ya que el gobierno les proporcionaba la cama en las naves espaciales). (…) El resto del tiempo, los astronautas procedentes del ejército fueron pagados de acuerdo a su rango. La mayoría eran capitanes, y cobraban alrededor de diecisiete mil al año a finales de los 60, lo que no era mucho ni siquiera entonces para una persona de 39 años con su alto nivel de educación y su preparación. Desde entonces algunos han aprendido a comerciar con variados grados de dignidad con su estatus de astronautas de las misiones Apolo, pero existe una cruel jerarquía, de acuerdo a la cual la firma, la presencia o la imagen de alguien que ha caminado sobre la Luna vale muchísimo más que aquella de quienes se quedaron atrás durante las últimas 60 millas. La ironía de todo esto es que a los pilotos del CM (el módulo que se quedaba atrás orbitando alrededor de la Luna) se les asignaba el trabajo debido a su superior experiencia respecto a los pilotos del LM (el módulo que descendía sobre la Luna) que llegaban hasta el final: Deke Slayton tenía como norma que ningún novato podía hacerse cargo del Módulo de Mando, su forma de regreso a la Tierra. Por eso Dick Gordon está aquí, de adorno de los falsos héroes cósmicos, y el miembro junior del equipo del Apolo 12, Alan Bean, que nunca había estado en el espacio antes de ese vuelo, no".

El autor de Moondust, In Search of The Men Who Fell to Earth, antes de conocer a uno de los astronautas del Apolo 12 (la segunda misión del Apolo que llegó a la Luna, en Noviembre de 1969), en una convención de fans de Star Trek en Las Vegas. Voy más o menos por la mitad del libro y de momento me está resultando una lectura apasionante.


Actualización: un amigo me ha mandado un e-mail contándome que el libro, con el título (un tanto desacertado en mi opinión) "Lunáticos", se ha editado en español. Podéis comprobarlo aquí. Gracias, Javier.

miércoles, 22 de julio de 2009

Unos minutos de desahogo


1

Se me escapa la intención de esta campaña. Bueno, no es eso exactamente, no me he expresado bien. La intención la entiendo (creo), lo que no comprendo es cómo pretenden sus autores que el mensaje que quieren transmitir le llegue a alguien con estos grotescos carteles a medio camino entre la portada de un CD de Death Metal y el póster de una película inspirada en un libro de Clive Barker. Ni siquiera tengo claro que se entienda la imagen. En los escasos segundos que normalmente dedicamos a mirar los carteles de las marquesinas de los autobuses, me parece que no es fácil darse cuenta de que se trata de un retrato de un chico o una chica con síndrome de Down superpuesto sobre una fotografía de una figura histórica; ni tampoco creo que mucha gente sepa identificar a la figura en cuestión, acerca de la que el cartel no da ninguna pista (en la foto de arriba, el hombre calvo semidesnudo de grandes orejas es Gandhi).
Y no, no es la primera campaña en la que se usa una estrategia similar. Y seguro que no será la última. De nuevo se pretende convencer del potencial de un segmento de la población al que normalmente se subestima (en este caso los aquejados de síndrome de Down), comparándolos con individuos cuyos logros están muchísimo más allá de lo que puede conseguir el 99% de la gente, tengan o no algún problema. El lema del cártel que ilustra esta entrada es “compromiso como el que más” (como Gandhi, se entiende). Es el “si quieres puedes” de siempre. Sólo que en este caso creo que es lícito preguntarse si quizá la campaña no produce precisamente el efecto contrario al deseado. O sea, que aún resulte más evidente que ninguno de los retratados va a poder ser nunca como aquel con quién se le está comparando. Y cabe preguntarse también si no había otra manera de hacer entender de forma convincente algo tan sencillo como que tener síndrome de Down no quiere decir que no puedas llevar una vida relativamente normal (lo que no quiere decir poder hacerlo todo ni mucho menos ser el mejor de nada).
Claro que… si puedes usar una foto de un “famoso” en tu cartel (que lleve muerto treinta años o que aparezca a menudo en “Sé lo que hicisteis” me parece que en estos casos es irrelevante)… ¿por qué no hacerlo aunque tergiverse el sentido de la campaña?

2

Parece que el único premio de prestigio válido es el que garantiza titulares –de ahí que los galardonados sean mayormente profesionales que ya no necesitan ningún reconocimiento más- , y que un casting no puede completarse sin “un nombre” que haga que la prensa se interese por el proyecto, independientemente de que ese actor o esa actriz estén aún por demostrar que valen en taquilla el sueldo que cobran.

3

Últimamente estoy encontrándome como profesor con algo que me preocupa bastante: hay muchos aspirantes a guionistas de entre 22 y 28 años (más o menos) que como “aún” no han vendido su primer guión de largo o no han conseguido incorporarse al equipo de una serie, se sienten tan frustrados y deprimidos que se están planteando dejar de escribir. Desde su punto de vista, son unos fracasados, y se comportan como tales. Y obviamente, no lo son. Pero sobre todos ellos planea la sombra del mítico guionista/director que triunfó antes de los 30 (puede ser Amenábar, Tarantino o Nacho Vigalondo, qué más da, cambian los nombres y algunos detalles pero básicamente la historia es la misma, como les pasa a Horus y a Jesucristo) con el que, consciente o inconscientemente, todos se comparan. Cuando la realidad es que en esto lo más importante es perseverar y no rendirse hasta que realmente esté claro que jamás lo vas a conseguir (y eso, salvo que medie un desastre, es algo que en mi opinión raramente puede ocurrir antes de los 30 o los 35 años, o a lo mejor hasta un poco más tarde; el recientemente fallecido Frank McCourt publicó su primera novela a los 66 años). Vale que conviene ser prudente, y no es aconsejable jugárselo todo a una carta (”¡Si no vendo mi guión me voy a vivir debajo de un puente!”). Es aconsejable tener una profesión "de verdad" que te permita pagar las facturas, pero eso no significa que si no te han nominado al Oscar a los 26 tengas que dejar de escribir o de intentar dirigir. Además, el “triunfo” es casi siempre pasajero. Lo mismo ruedas tu película y resulta que son dos: la primera y la última. O entras en una serie y la cierran antes de que termine de emitirse la primera temporada. Desgraciadamente, en esta profesión no existe un momento a partir del cuál todo empieza a resultar fácil. Los guionistas y los directores vivimos en una oposición continua que siempre podemos suspender por muy preparados que creamos ir al examen.

4

Bueno, dejo de quejarme ya, que parezco Javier Marías en su colaboración de El País Semanal (dentro de poco empezaré a hablar de lo molestas que me resultan las procesiones que pasan cerca de mi casa en Semana Santa…). Esto es lo que pasa por tener un poco más de tiempo libre. Afortunadamente, mañana empiezo a escribir otro guión. ¡De la que os habéis librado!

5

Actualización: Pues a lo mejor resulta que sí que no había entendido la campaña. Hoy he visto el cartel de Einstein y el lema dice “Naturalidad como el que más”. No dice “Genialidad como la de Einstein”. Si esta vez lo he pillado, la intención es transmitir que si bien alguien con síndrome de Down nunca va a poder ser como Gandhi o como Einstein, si que comparten con ellos cualidades que les hacen igualmente válidos como personas. Sí que se establece una comparación, pero no la que yo asumí tras ver el cartel de Gandhi. ¿O a lo mejor tampoco es eso? ¿No se supone que una de las cualidades de la buena publicidad debería ser comunicar su mensaje de forma clara? ¿o es que yo estoy estos días especialmente espeso? En fin, dejo ya de darle vueltas.

lunes, 20 de julio de 2009

Toma ya

El titular de la noticia dice:"Amazon retira dos obras de Orwell de los Kindle de sus clientes. La librería digital carecía de los derechos y ha devuelto el dinero". Pasmado me ha dejado que Amazon haya borrado por las buenas los libros de Orwell de los Kindle de sus clientes sin pedirles antes permiso para hacerlo. A veces olvidamos lo fácil que es que alguien manipule el disco duro de nuestros ordenadores en cuanto nos conectamos a la red. Eso sí que es ponérselo fácil al "Gran Hermano"... Yo de momento me parece que voy a seguir conservando versiones físicas de los libros que realmente me importan.

viernes, 10 de julio de 2009

Los vivos y los muertos

"Me parece a mí que delante de una tumba todos pensamos más o menos lo mismo, y que eso mismo, elocuencia aparte, apenas se distingue de las meditaciones de Hamlet ante la calavera de Yorick. No hay mucho que pensar ni que decir que no sea una variante de «mil veces llevóme a sus espaldas». Un cementerio, por lo general, sirve para recordarnos lo estrechas y triviales que pueden ser nuestras ideas al respecto. Sí, claro, podemos intentar hablar con los muertos, si creemos que ello va a ayudarnos; podemos empezar, como yo hice aquel día, diciendo «Bueno, mamá»... Pero es difícil no saber —si es que pasamos de la primera frase— que lo mismo nos daría entrar en conversación con la columna de vértebras que cuelga en la consulta del osteópata. Podemos prometerles cosas, podemos ponerlos al corriente de los últimos acaecimientos, pedirles comprensión, solicitar su perdón o su cariño; o podemos planteárnoslo de otro modo —el activo—, poniéndonos a arrancar malas hierbas, limpiar la gravilla, pasar el dedo por las letras talladas en la losa; podemos incluso agacharnos y situar las manos directamente encima de sus restos, tocando la tierra, su tierra; podemos cerrar los ojos y recordar cómo eran cuando estaban entre nosotros. Pero ningún resultado se deriva de tales reminiscencias, salvo el de hacer que los sintamos aún más lejos, más fuera de nuestro alcance de lo que estaban diez minutos antes, mientras íbamos acercándonos en el coche. Si no hay en el cementerio nadie que nos vea, puede que lleguemos a hacer cosas bastante disparatadas, en nuestro empeño por conseguir que los muertos no parezcan tan muertos. Pero, incluso si lo conseguimos, si nos esforzamos lo suficiente como para sentir su presencia, alguna vez tendremos que marcharnos de allí, sin ellos. Lo que demuestran los cementerios, al menos a las personas como yo, no es que los muertos estén presentes, sino que ya se han ido. Ellos se han ido y nosotros, por el momento, aquí estamos. Esto es fundamental y, por inaceptable que resulte, muy fácil de entender".

Philip Roth. "Patrimonio. Una historia verdadera". (1991). Traducción de Ramón Buenaventura para la edición de Seix Barral de 2003.

miércoles, 1 de julio de 2009

Tiempo para pensar

"Irónicamente, parte de las dificultades con las que se encontraba Orwell eran resultado del éxito de Rebelión en la granja. Tras años de desatención e indiferencia, el mundo estaba empezando a reparar en su talento. “Todo el mundo viene a mí”, se quejó a Koestler, “pidiéndome que de charlas, que escriba folletos por encargo, que me una a esto y aquello, etc. No sabes lo que echo de menos ser libre de todo eso y tener tiempo para pensar otra vez”."

De un artículo muy interesante sobre los problemas con los que se encontró George Orwell para escribir 1984 (de hecho, tanto se complicó la cosa que acabó costándole la vida). Y eso que Orwell no tenía Internet. El resto (en inglés), aquí.
En realidad, tampoco hemos cambiado tanto desde 1946...