jueves, 10 de mayo de 2007

Mamet lo deja claro


El último libro de David Mamet, Bambi vs. Godzilla, es una recopilación de breves diatribas sobre la industria del cine. Está escrito de forma muy irónica y rebosa mala leche (además de sinceridad). Tanto, que directamente podría llevar por subtítulo “Esta vez Mamet se caga en todo”. Lógicamente, una parte importante del libro está dedicada a la escritura de guiones e incluye un texto titulado Las tres preguntas mágicas, que a mi me parece muy interesante. En cuanto tenga tiempo para escribirla, explicaré porqué me lo parece en una entrada algo más extensa. De momento, como el libro todavía no está editado en castellano (que yo sepa), me he animado a traducir media página de dicho texto. Cosa que con Mamet no resulta precisamente fácil, así que lo que pido perdón por adelantado por los posibles errores:

“El drama filmado (como cualquier drama) es una sucesión de escenas. El final de cada escena debe impedir que el héroe logre su objetivo; obligándole a qué, como ya se ha dicho en otra parte de este libro, tenga que pasar a la siguiente escena para conseguir lo que quiere.
Si se hace así, el público, observando los avances del héroe, se preguntará con él cómo le irá en la siguiente escena, ya que la película es esencialmente una progresión de escenas. Para escribir una buena escena, uno debe aplicar rigurosamente y responder rigurosamente las siguientes tres preguntas:

-¿Quiénes quieren qué de quién?
-¿Qué pasa si no lo consiguen?
-¿Por qué ahora?

Y eso es todo. Como escritor, tu yetzer ha’ra (tu tendencia maligna) utilizará todo su vasto poder para disuadirte de hacer estas preguntas sobre tu trabajo. Te dirás a ti mismo que las preguntas son irrelevantes porque que la escena es “interesante”, “significativa”, “porque dice cosas del carácter del personaje “, “muy sentida” y así; todo ello es sinónimo de “es una mierda pinchada en un palo””.