Extractos de una conversación mantenida por e-mail entre varios amigos guionistas. Por orden de aparición intervienen: Nacho Faerna (ejerciendo de moderador improvisado), Ángeles González Sinde, Roberto Santiago y Juan Cavestany.
NACHO FAERNA: Leyendo el libro de Ondaatje/Murch (El arte del montaje. Plot ediciones, 2007.) y viendo los cambios, las decisiones, en definitiva, la reescritura a la que somete Murch a las películas que monta... me pregunto, ¿creéis que es buen síntoma o mal síntoma que el montaje final conserve la "forma" del guión?
ÁNGELES GONZÁLEZ SINDE: No creo que sea síntoma de nada. La escritura lineal admite pocos bailes de secuencias. Si cambias cosas de orden en el montaje es porque daban problemas o porque al rodarlas y verlas luego pegadas a veces el impacto emocional de tal o cual secuencia es mayor o menor de lo que calculabas en el papel y afecta al fluir de la narración, y por eso lo redistribuyes.
ROBERTO SANTIAGO: Creo que es prácticamente imposible que una película salga de la sala de montaje igual que estaba en el guión, ¿no? Sólo se me ocurre que algo así podría pasar por pereza total, o bien por lo contrario, por una genialidad y certeza tan absoluta en lo que vas a rodar que lo sabes con meses de antelación (ese cineasta no ha nacido todavía, ni Hitchcock, ni Kubrick siquiera). Vamos, que uno cambia cosas del guión durante los ensayos, durante la preparación y localizaciones, por supuesto durante el rodaje, y por supuestísimo durante el montaje. Así es como se hace una película, me parece a mí.
NF: A la hora de rodar, ¿os planteáis rodar planos que no responden literalmente a indicaciones del guión, planos, por decirlo así, fuera del storyboard, real o no, que habéis previsto en la planificación? Imagino obviamente que el tiempo (escaso) tiene mucho que ver con eso, pero me gustaría saber con qué espíritu afrontáis este asunto.
AGS: Nunca he rodado con storyboard, aunque la semana pasada hice mi primer story con un dibujante para un spot y me moló mucho. En el telefilm rodé mucho improvisado debido a las circunstancias alocadas de ese rodaje sin planificar y me vinieron de perlas todos los planos que uno no rodaría normalmente. Cuanto más material tengas, mejor.
NF: Preguntaba por "la forma". Algo más, no sé, estructural. Por ejemplo, ¿el principio y el final son los previstos en guión? ¿Os habéis cargado alguna vez tramas enteras (me viene ahora a la cabeza El Buen Pastor, en donde todo lo referente al hermano de la Jolie, que es un espía doble, y que son mogollón de secuencias en los extras del DVD, se fue a la basura)?
AGS: Principio y final los previstos, estructura la prevista. Hay directores que tiran tramas enteras a la basura. Yo creo que eso es de mal guionista, donde mejor se corta es en el guión. Cortar páginas y páginas de guión rodado a la basura para mí sería un fracaso absoluto.Para reelaborar en el montaje tienes que ser rico y tener mogollón de material, como en un documental, por ejemplo. En una peli y con los presupuestos y planes de rodaje tan apretados que llevamos en este país la mayoría no dispone de esa riqueza a la Techiné, por ejemplo.
En mis dos experiencias con largos como directora sí que he cambiado bastantes cosas de sitio, para desgracia de la de vestuario y la script, porque me cargaba la continuidad. Pero es que creo que el hacer una película es un proceso constante de escritura. En el telefilm que hice el verano pasado y sabiendo ya que hay cosas susceptibles de cambiar de lugar, rodé a la actriz en algún caso con un vestuario discreto que no diera problemas si movía la secuencia.De todos modos yo soy adicta a la manipulación en el montaje, me gusta mucho reescribir allí.
RS: En Hombres Felices por ejemplo cambié (o eliminé) una subtrama entera en montaje. En El club de los suicidas he cambiado completamente el principio de la película en montaje...
NF: Creo que de un tiempo a esta parte los guiones son más rígidos, que hubo un momento, los setenta, en los que los guiones y su posterior puesta en escena eran más flexibles. Creo. Y no es culpa de los guiones. La utilización generalizada de los storyboards creo que ha ido en detrimento de una concepción más, sí, flexible, de la puesta en escena. No me imagino a Polanski, a Altman, a Scorsese, por supuesto a Cassavetes, haciendo storys...
AGS: Los storys valen para quienes conocen sus localizaciones y ciertas cuestiones peliagudas, valen como ejercicio mental de imaginación, pero no son la Biblia, al menos para mí. Sobre todo si haces pelis de personajes donde el actor es central. Entonces mi planificación se acomoda a dos cosas: la conducta del personaje, y las condiciones del espacio donde tengo que rodar, que muchas veces no elijo y ofrece pocas opciones de colocar la cámara. Pero es bueno el ejercicio del story porque te hace pensar en mil cosas. No en movimientos, claro, que no caben en el papel, ni en colores, ni en texturas...
RS: Scorsese sí ha hecho storys de algunas de sus pelis. Yo es que lo veo al revés: creo que el story te da más libertad. Porque básicamente el story lo que supone es que el director y el director de fotografía han pensado durante mucho tiempo en lo que quieren contar y cómo quieren hacerlo. Y de esa manera después (durante los ensayos y el rodaje) haber echado más horas antes te permite cambiar, probar, improvisar, porque conoces mejor el material que tienes entre las manos... la planificación en el concepto más amplio es más flexible cuanto más la has pensado, creo yo, nadie que yo conozca sigue el story a rajatabla (en España tampoco hay muchos casos de gente que haga story completo de la peli, que yo sepa Amenábar, Fernando León, Alex de la Iglesia en algunos casos...). Sin embargo creo que eso no influye en ser más o menos inflexible con el guión y con la historia. Hay directores que no hacen storys y que sin embargo son defensores del "guión de hierro", que prácticamente no varía ni un milímetro en rodaje ni en montaje.
NF: ¿Os pasa a menudo en montaje que echáis en falta haber rodado más planos?
AGS: En La suerte dormida solo eché en falta un plano que robé de otra secuencia y punto pelota. Iba muy cubierta. En el telefilm he echado de menos no solo planos, sino secuencias completas que no se pudieron rodar.
JUAN CAVESTANY: El rodaje es un molesto parón que hay que hacer en el bonito camino que va desde el guión hasta el montaje. Escribes el guión, te interrumpe el puto rodaje y luego ya terminas a gusto y con tiempo el guión en la sala de montaje, la única diferencia es que en vez de Final Draft usas Avid.
RS: No, hombre no, Juanito, el rodaje es la sal y la pimienta, el rodaje es salir del cascarón y abrirse a los demás, el rodaje es madrugar y compartir... ¡Qué bonito es el rodaje!